Capítulo 4 Dueña de tu corazón

Abrí la puerta metálica de la escuela, esta vez si había hecho el récord mundial de la chica que llega 30 minutos tarde a una secundaria. Pero no me dejé intimidar y entré.

Corrí hasta mi salón, deseando huir, no quería otro regaño por parte de la arrugada y amargada Profesora Griselda, una maestra que se diferenciaba de todas las demás por su ingrata actitud y su triste mirada, como si sufriera. Me daba miedo, o almenos a mí.
De tope abrí la puerta de mi salón, cuando todos quedaron asombrados viéndome. Cuando la Profesora se dió cuenta de que sus alumnos no le prestaban atención a la dichosa y aburrida clase de álgebra se volteó a ver quien osaba interrumpir sus clases.

Cuando me vió, hizo un gesto desaprobante, como si dijera ''otra vez esta muchacha'' me miró enfadada, se volteó para seguir escribiendo con la tiza blanca en el pizarrón, de repente habló.
-Espero tenga justificado el retardo, señorita Underwood.-dijo con un tono serio, típico al de las maestras.
-Ammm, no,pero, puedo explicarlo-dije apenada.

Molesta, dejó de escribir, dejando caer la pequeña tiza blanca, observé como caía la tiza, como si ella tuviera la culpa. La profesora se dirigió hacia mí advirtiéndome.
-Si vuelve a llegar tarde le juro que la mando a dirección.
-Pero si sólo he llegado tarde 2 veces en mi vida.-vociferé molesta haciéndole una seña a mis mejores amigas, Jessy y Amy, para que vinieran a mi rescate, pero me devolvieron la seña advirtiéndome que era mejor no enfadar a la profesora.

-Sí, no volverá a pasar.-dije decepcionada, dirigiéndome a mi lugar, donde dejé caer mi mochila pesada, saqué mi libro de matemáticas, lo abrí y mientras la detestable profesor daba la clase, apoyé mi codo en la pequeña mesa,aburrida.

Se me pasaron una eternidad las 2 horas que faltaban de clase antes del receso. Uff, estaba aburrida, realmente desesperada, asi que, pensé en...Drew.
De pronto sentí un reglazo en mi mesabanco, me asusté y vi que era la profesora Griselda, hize una cara de asco. Qué horror tener esta maestra, pensé antes de otro indebido e inexplicable castigo, ya nisiquiera podía pensar, que era un derecho y para mí, una obligación. Y más si era sobre Drew. Ahhh.
-No puedo creer que llegue tarde y aún peor, no pone atención.
-Lo siento, es que su clase...-me atreví a decirlo.- su clase es aburrida.
La maestra puso los ojos en blanco y la mirada acosadora, parecida a la de Wendy, la chica más popular, rica y malvada de toda la escuela, la única que sabía como hacer sufrir a los estudiantes.La odiaba.
Y también a la vieja de la maestra Griselda. Su nombre lo decía todo.
-¡Vaya a dirección inmediatamente!.-gritó enfadada, apuntándome con su dedo largo y sus uñas podridas.Puugg.
-Como diga.-suspiré, levantandome, me llevé mi mochila y me fuí.Pero no a dirección, sino a mi ¡CASA! ya estaba enfadada de tener que lidiar con el director, y sin pensarlo salí disparada corriendo hacía la puerta de la entrada.
-¡Pero qué...hace!.-gritó la Profesora asomando la puerta del salón.
-Yo corrí lo más ráído que pude y justo cuando salí, sin darme cuenta, choqué con un chico, lo pude reconocer, era Drew, talvez estaba esperando que saliera de clases para llervarme a casa y sí, ahí estaba. él se sorprendió, y me ayudó a levantarme.
-¡Meicy!-dijo asombrado.-¿estás bien?.-terminó con un tono preocupado.
-Si, sólo que..
-Ammm..¿continuarás en clase o quieres que te lleve a casa?.
-¡¡a casa porfavor!!.-le supliqué casi poniéndome de rodillas como si le pidiera matrimonio.
-De acuerdo.-dijo
Cuando llegamos al auto Porche de Drew, me abrió la puerta y nos fuimos.
A medio camino, le pregunté con curiosidad.
-Drew..
-¿Sí?
-Por qué no vamos a tu casa un rato.-dije no tan sonrojada como antes, esperando afirmación en su rostro por parte de él.
-Me parece genial. Pero ¿tu papá no se molestará?.-me preguntó.
-No, el piensa que estoy en clases..
-Jaja.-soltó una risita.-de acuerdo.

Mientras conducía miré por la ventana la ''naturaleza'' de la ciudad, conformada por grandes edificios, casas y autos de último modelo, como el de Drew.
Sentí una pausa, señal de que habíamos llegado, estaba ansiosa por ubicar su casa, pero en verdad no tenía la mínima idea de cual fuera. Me abrió la puerta, y me condujo hasta su hogar, era una hermosa casa, rodedada de un jardín hermoso, y la casita era de madera, que le daba un estilo playero fantástico.´
Drew abrió la puerta, me dejó entrar primero y quedé sorprendida.
-Siéntete como en tu casa, Meicy.
-Oh, gracias.
Me invitó a sentarme en uno de lo sillones.
-Y dime, ¿cómo es tu familia?
-Bueno, no tengo a mi madre y mi padre es realmente adicto.
-¿a qué?.
-Al periódico.-sonreí.
-Jajaja, vaya.-rió.
Voltée a ver su estante de películas y encontré una que me encantaba, era de amor. Se llamaba True Love History.
-¿Con qué te guta el romance Drew?-le pregunté.
-¿a qué chico no le puede gustar?.- sonrió, se paró y sacó la película.
-¿Quieres verla?-le pregunté emocionada.
-¿Por que no?.-dijo mientras introducía el disco en la televisión.

Él se sentó y empezamos a ver la película, felices, o al menos eso pensaba yo.

Después de un rato de silencio, Drew..¡empezó a tomar mi mano! me quedé rojísima y estaba sudando, pero intenté permanecer en calma, aunque me parecía imposible.
Luego, Drew me miró, y yo también lo miré, él se acercó un poco más a mí, yo también lo hize. Finalmente, ¡¡me besó!! era la primera vez, mi primer beso y fué una sensación estupenda. Sentí sus labios chocar con los míos, se fué apasionando el beso, yo lo tomé del cuello y él de mi cintura. Así permanecimos unos minutos, que disfruté mucho, muchisísimo.

Después, lentamente se despegaron mis labios de los suyos. Él sin decir ni una palabra, me acarició la mejilla. Y me dijo con el tono más dulce y ala vez apasionado que pudo.
-Meicy...-hizo una pequeña pausa..-Me resultas hermosa, simpática y serías la chica perfecta para mi.-hizo otra pausa.-¿quieres ser mi novia?

Yo estaba a punto de estallar en gritos, emocionada...y le contesté que si, estaba...a punto de desmallarme