Tenía en mi mente, el último día de clases.
Y lo peor: Hoy era ese día, el menos inesperado, el menos deseado.
Tenía que elegir una Universidad, exámenes, papeles importantes, en fin, también mis mejores amigos ya no iban a estar para apoyarme igual que antes, todo iba a cambiar, y eso no me emocionaba demasiado. Ya no tenía la misma emción, de cuando, entrabas a un nuevo grado en la primaria, y todo era más emocionante. Pero ya no es así.
Suspiré por un momento.
Pero traté de alegrarme, recordé que Drew ya había vuelto.
Intenté levantarme una vez más, todavía con ojeras, me dirigí hacia el baño, y de nuevo, la misma rutina de todos los días en la Preparatoria. Aquéllo se estaba volviendo cada vez más insoportable y realmente aburrido. No falta decir sobre los exámenes de cada semestre, y esas cosas.
''¿Esque, así iba a ser siempre?,¿también en la Universidad?'', pensé desanimada.
-Meicy, es mejor que te apures.- Dijo mi papá, asomándose.
-¿Qué crees que estoy tratando de hacer?.-Le respondí, con una mascarilla verde en la cara.
-Lo estás tratando de hacer, es mucho mejor que lo hagas, no que lo trates de hacer.
-Qué genial conclusión.-lo miré con una mirada de ''Ya cállate''
-Bueno, padre, por favor, hoy es mi último día de clases, ¿tan siquiera este día, quieres dejar de molestarme?.
-Como quieras, yó sólo lo digo porque ya empiezas con retraso.- Dijo cerrando la puerta de mi habitación y dejando hasta ahí la corta y enfadosa plática.
Hice un gesto enfadado, mientras aprovechaba para vestirme.
¿Qué demonios me pongo hoy? Me dije mirando todo el montón de ropa tirada en el suelo, que era la misma que me ponía todos los días.
¡Siempre es lo mismo!
Cuando terminé de la gran desición, como si me fuera a casar, bajé rápidamente las escaleras, hasta llegar a la puerta principal de mi casa, pero como estaba cerrada con seguro, miré por todas partes para encontrar alguna otra puerta por la cual salir. Nada.
Por fin ví una ventana.
No tuve más elección que salir por ahí.
Cuando ya me encontraba afuera de casa, ví a Drew en frente de mí.
Y corrí a saludarlo.
-¿Salir por una ventana, eh?.-Se burló.
-No tenía otra opción.-le sonreí.
-Entonces...¿para qué existen las puertas?.
-Para que no te dejen salir, porque estan cerradas con seguro.
-Ya entiendo, seguridad para niños, ¿cierto?-Soltó una risita.
-Jaja, obviamente que no.-Le contesté mientras lo abrazaba.
-Ok, bueno, entonces, es mejor que nos vallamos, o llegarás tarde.
-Sí, Claro.
Cuando nos encontrabamos los dos en el auto, mientras Drew conducía, yo respiré profundamente, como si fueran a operarme del estómago ese mismo día.
Él noto mi nerviosismo, por lo que preguntó.
-¿Estás nerviosa?
-Un poco, ya no veré a algunos amigos.- Le contesté bajando la mirada.
-No te preocupes, la universidad será genial, te lo prometo.
Cuando bajamos, él me dijo que lucía bastante bien, y me dió un beso de despedida.
Mientras yo caminaba hacia la Preparatoria, él me lanzó una mirada dulce y encantadora, que la acompañó con un dulce.''Suerte, Meicy''
Yo sólo le contesté con la mirada más alegre que pude hacer, y supe que con eso bastaba para decirle que era el mejor chico que la vida me había dado.
Justo cuando entré, vi millones de chicos y chicas saludándose y hablando de este día.
Yo sólo caminé hasta mi Locker, junto al de Mike, quien no me sorprendió que él se encontrara ahí.
-Hola Mike, ¿qué tal?.-Lo saludé.
Él volteó a verme, con inseguridad en su rostro, y luego dijo.
-Meicy..tu me...me gustas.
