Capítulo 8 Recuerdos...

''Recuerdo aún millones de cosas de tí. Recuerdo tu sonrisa, tus abrazos, tus caricias, tus besos, tus ojos, tu mirada, tu amor por mí. Es como si hubiera sido ayer cuando te conocí. No puedo olvidar nada de esto. Te amo Drew''.

Escribí en la pequeña libreta que tenía junto a mí. En verdad extrañaba mucho a Drew, se me habían acabado las palabras para describir cuánto lo extrañaba.
Me levanté decepcionada del pasto en el cual solía estar recostada. Y me fuí, olvidando la dichosa libretita, que estaba tirada.

Llegué a casa, y sin más qué hacer, se me ocurrió encender la computadora que hacía años que no la usaba debido a la excesiva tarea que llevaba todos los días a casa. La prendí, todavía con un poco de sueño.
Lo primero que hice, fué abrir mi E-mail, y revisar algunos cuantos correos.
Mientras veía cada uno de ellos, encontré uno que venía de Drew, y lo había mandado desde el día de ayer. Me sorprendí, y emocionada, no dudé en abrirlo. Di clic en el enlace, ansiosa por saber de qué se trataba.
Estaba un poco más tranquila. Al fin, una noticia de Drew, pero no sabía si sería buena o mala.

Rápidamente leí los pequeños párrafos, sin apenas poder respirar, y quedé con los ojos como platos, sorprendida y también angustiada. No pude creer lo que acababan de leer mis ojos. Había quedado en shock por unos instantes.

''Querida Meicy:

Ya han pasado meses, y creeme que desde entonces te he extrañado, pero.. necesito decirte que encontré otra chica con la cual estar, lamento haberte dicho esto, en verdad lo siento, pero no pude aguantar, aún así, cuídate''

Drew.''


De la nada, brotaron unas cuantas lágrimas de mis ojos, aunque, no pude enojarme, todavía no sabía si el correo era de Drew, o me estaban jugando una broma pesada, realmente pesada.
Sí era el correo de Drew.
''Pero, Drew no podría haber hecho esto, él no es así...él..me amaba...'' pensé desanimada.
Sin más que decir, apagué la estúpida computadora de un aventón y me eché en la cama a llorar.

-¡Pero qué ....!.-Grité enojada y desesperadamente deprimida, casi maldiciendo todo.
-Lo perdí todo, yo que lo amaba y creí que era para mí, pero qué estúpida soy...- dije entre sollozos, evitando echar un berrinche en ese momento.

No quise salir para nada de mi habitación, estaba más que destruida.
Rompí todas las cartas que Drew me había mandado antes, incluyendo la rosa que me había encontrado en aquél bosque, desperadamente, busqué en el bolsillo de mi pantalón la libreta, pero no la encontré.
Me quería morir.

Yo que lo amaba y él, él me salía con esto, no lo podía creer. Una tristeza me invadió el corazón y terminó rompidiéndolo en pedacitos.
Nunca había estado más triste en mi vida.
Nunca había experimentado esta clase de odio.
Nunca había sentido que moría de ese modo.

Me miré en el espejo, con los ojos hinchados después de tanto llorar, y claramente se podía ver la tristeza que cargaba.
Estaba tan, tan, enfadada, al grado de romper en pedacitos el vidrio del espejo, así en pedacitos, como mi débil corazón.
Sangré un poco de la mano, rápido, tomé un pedazo de papel y traté de quitarme la frívola y cálida sangre que escurría de mi mano, y volví a llorar.
Pasaron horas, mi padre no estaba, gracias a Dios, o sino, habría escuchado todos mis llantos y no hubiera querido que eso pasara.

Me calmé un poco. Aunque con un hoyo enorme en el corazón.
Tomé el teléfono y marqué el número de Drew, para reclamarle.
Mientras me disponía a marcar, salí al parque, para poder hablar mejor, ya que no había nadie, más que yo.

-¿Bueno?¿Meicy?.
-¿Y cómo está tu noviecita, eh, Drew?.-le pregunté con un tono enfadado.
-¿De qué hablas?.-dijo él confundido.
-Ay, no me digas, ¿te estás haciendo el inocente verdad?
-Meicy, yo te amo a tí, por qué piensas eso..Meicy...
-¿No recuerdas el e-mail que me mandaste?.-le pregunté con un poco de confusión.
-No recuerdo nada de eso.
-¿Entonces porqué hay un correo supuestamente mandado por tí, diciéndome que te habías conseguido una novia, eh?.
-Meicy, tranquilízate, sabes que yo no haría eso.. Meicy, escúchame..
-Ah, ¿no?, ¿entonces porqué mandaste eso?.-Lo interrumpí.
-Meicy, yo no mandé eso, Meicy..
-¿Ahora qué?.-le pregunté todavía molesta.
-Estoy atrás de tí.

Volté sorprendida, viéndolo perfectamente a él, justo detrás de mí. Corrí hacía el, abrazándolo fuertemente y diciéndole entre sollozos.

-Perdón, perdón..perdóname..
-Yo te amo a tí, Meicy, y quería decirte que había regresado.

En ese instante me sentí culpable por todo lo que le había hecho, y también arrepentida, por todo lo que le había hecho a los recuerdos que tenía de él.
Pero, ahora lo tenía en frente, que era algo mucho más valioso.
Lloré sobre él, sintiéndome verdaderamente tonta por todo lo que había hecho, mientras él sonreía, y me repetía.
-Meicy yo te amo a tí.
-Yo igual.-dije secándome una última lágrima.

Él me dió un beso en la mejilla y me abrazó igual de fuerte, haciéndome sentir segura.
Y supe que ése correo no era de él.