Capítulo 2 Un ángel se cruzó en mi camino.

Cuando recién cerré la puerta de mi casa, observé como lloviznaba, por suerte, traía mi chamarra.
Después de ponérmela, caminé decidida hasta al parque, observando a parejas de novios besándose y tomándose de la mano...eso me incomodó, un poco.
El simple hecho de que Matt no se fijara en mí, estar a su lado, respirando el delicioso perfume que se ponía todos los días, que no nos tomaramos de la mano..me hacía estremecer.
Pero sabía que estar a su lado e incluso llegar a ser su novia iba a ser algo casi imposible de lograr, y menos con un chico tan apuesto. Creo que hasta ni se había informado de mi existencia.Creo.

Estaba tan distraída, cruzando una calle, y pensando en Matt, que no me fijé que un auto estaba a punto de atropellarme, estaba a punto de hacerlo, pero cuando cerré los ojos por el susto, pensando en que iba a morir, sentí cómo unos brazos me tomaban hasta llegar a un esquina de un pequeño parque. Alguien me había salvado pero no sabía quién era hasta que decidí abrir los ojos, y al levantarme ví un rostro hermoso, cabello rubio, ojos verdes y sonrisa perfecta, características de un chico ''especial'' si es que se le podía llamar así y claro, era guapísimo.
Estaba apenada, confundida y un poco mareada. No sabía que decir ni mucho menos qué hacer...de repente se me vinieron a la mente infinidad de preguntas...¿él me había salvado? ¿cómo y por qué lo hizo?, mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz, dulce y tierna.
-¿Te encuentras bien?-me preguntó mirándome a los ojos y yo tampoco dejaba de mirar los suyos..
-Sí, claro..estoy bien.-mentí un poco, pero no quería preocuparlo.
-Qué bién.-suspiró aliviado.-Un auto estuvo a punto de atropeyarte, deberías tener más cuidado,-repuso
-Sí, lo sé, estaba distraída.-me sonrojé apenada.
No podía dejar de mirarlo mientras me ofrecía llevarme a casa, pero me ví obligada a decirle que tenía que encontrarme con mis amigas en el parque central. El me sonrió y me dijo:
-Yo puedo llevarte.
-Claro...gracias.....am....-tartamudé tratando de econtrar su nombre hasta que él lo mencionó.
-Drew...Drew Newman.-me estrechó la mano como signo de bienvenida.
-¿Y tú cómo te llamas?-preguntó.
-Meicy.-le dije
-Sí, pues, Meicy, fué un honor conocerte.-sonrió y luego me ayudó a levantarme.
Yo con la sonrisa más grande del mundo, le dí mi teléfono celular, para volvernos a ver, enseguida me despedí lo más dulce que pude..y suspiré de alegría, saltando de emoción.
Me había olvidado completamente de Matt, Drew era aún más apuesto que él, o al menos, eso pensaba yo.
En ese momento recordé que tenía una cita con mis amigas, asi que, corrí hasta donde las encontré, un poco desesperadas, pero felices de verme.

-¡Macy! hasta que apareces.-dijo Amy.
-Te raptó el monstruo del Lago Ness.-dijo Jessica, soltando una risita al final.
-No exactamente, no era un monstruo, sino,todo lo contrario.-dije suspirando..Ahhh
-¡Dinos!-gritaron ambas, emocionadas.
Las invité a sentarse a la banca más cercana, tosí y empecé a contar la historia de amor, no me aburrí de decírselas, todo lo contrario, les contaba cada detalle y juraría que nunca me aburriría de hacerlo.
Al final de la historia, ellas quedaron sorprendidas, con los ojos como platos.
-Osea que...¿ese tal Drew es más guapo que Matt?-Dijo Jessy, cayéndosele la baba.
-Algo así.-dije
-Qué lindo,-dijo Amy, imaginándose a Drew.
-Sí, lo sé.-yo también suspiré.
-Bueno, chicas, yo me tengo que ir,-intervino Jessy.
-Si yo tambien me tengo que ir.-dijo Amy.
-Ok, yo igual, nos vemos mañana en la escuela.-dije, despidiéndome, ambas lo hicimos.
Caminé hasta la puerta de mi casa, donde encontré a mi padre siguiendo leyendo el periódico, apuesto que ni notó que había llegado tarde.

Le quité el periódico y lo puse en la mesita donde estaba el teléfono. El hizo un gesto confundido.
-Papá, no me digas que toda la vida estarás leyendo el periódico.Te hubieras casado con él, si tanto te gusta.
-Si no fuera ilegal, te juro que lo hubiera hecho hija.
-Tendría una mamá maravillosa.-dije mientras subía hasta mi cuarto, donde me acosté en mi cama, abrazando el pequeño peluche rosa en forma de pony, pensando en Drew...hasta quedar dormida.