No había pasado mucho desde que mi querida madre había fallecido. La extrañaba a ella y a sus consejos, pero me ví obligada a quedarme con mi padre, Billy. Era encantador estar con él, pero cuando se enojaba o se obsesionaba por el periódico no era lo mismo.
Esa tarde la pasé recostada en la cama extra grande de mi pequeña habitación.Estaba pensando en que llegaría el último día de clases, ya no vería a mis mejores amigos...ni a Matt.
Estaba enamorada de él desde hace ya mucho tiempo, pero no tenía el valor suficiente para declararle mi amor por él.
Ya no estaría en Wesleyan School, no vería más a mis compañeros, a los profesores, al patio, a los salones...pero lo que más me dolía era que..no había tenido la oportunidad de decirle a Matt lo que siento por él, estaba pensando en decírselo el último día de clases pero presentía que fuera una mala idea, muy mala.
Después de pensar tanto en eso, me dispuse a tomar un pequeño libro que estaba abandonado en una esquina de mi pequeño librero, el cual sólo tenía 8 libros. Vaya librero.
El título del pequeño libro era ''amor sin barreras'', estaba totalmente identificada con sólo leer el título, asi que, sin pensarlo, lo abrí ta rápido como pude, pero el libro estaba todo en blanco, ni una sóla palabra, ni una sola letra que me ayudara. Nada.
''Vaya libro'', pensé confundida, devolviéndolo a su lugar decepcionada por aquella sorpresa.
Decidí levantarme, prendí la luz y abrir las ventanas, por las cuales se vió el brillo del sol tan intenso que casi me quedo ciega. Para ser sincera, mi cuarto estaba oscuro, sin tansiquiera una pequeña luz que me iluminara.
Abrí la puerta de mi habitación, salí de él, y bajé las escaleras hacia el primer piso de la pequeña casa. Encontré a mi padre leyendo el dichoso periódico, cosa que no era de esperarse, pues nada más lo entregaba el cartero, él ya iba a la caza del periódico para leerlo todo.
-Papá estás obsesionado con un montón de hojas que sólo contienen letras.-le dije. aventando una pequeña risita al final.
-Se llama periódico.-repuso.
-Ah,-dije fingiendo estar sorprendida.
Caminé hasta la cocina, donde me preparé un pequeño bocadillo para comer, pues mi estómago no había desayunado y me había ganado el hambre.
Me senté junto a papá, para ver lo que leía con tanta curiosidad.
-''Ganan los Strickers'', wow, como si nolo hicieran tan seguido.-dije.
Mi padre hizo un gesto de ''ya vete'' o ''déjame empaz'' o tal vez un ''y a tí quién te habló'', ignorándome por completo.
-Bueno, ya me voy si quieres.-le dije contestando su mirada de desaprobación.
Tomé el plato con los restos de comida, lo llevé hasta la cocina y me dispuse a lavarlo.
Cuando terminé, subí a mi cuarto para cambiarme de ropa por algo más decente, pues había durado toda la mañana con la pijama de ositos.
En cuanto terminé de colocarme el último accesorio, proseguí al baño, donde ''traté'' de peinarme mi cabello castaño con el cepillo que encontré. Digamos que no quedé muy satisfecha, pero algo era algo.
Luego me maquillé un poco, pues yo no era de esas chicas que se ponían litros de labial y sombras demasiado exageradas, sólo un poco de polvo y rubor eran suficientes para mí.
Después de la breve sesión de belleza, se me ocurrió que sería una buena idea invitar a mis dos mejores amigas al parque para platicarles mi situación con Matt y que me ¡dieran consejos!, asi que, tomé el teléfono y marqué el número de Jessica.
-Hola, ¿jessy?
-¡Hola amiga! ¿qué pasa?
-Quería ver si podrías ir al parque conmigo y con Amy para platicar un rato.
-Aaa..¡sí!-dijo Jessy sonando no muy emocionada al parecer.
-Perfecto, ammm, si quieres yo le llamo a Amy.
-Sí, está bien, nos vemos allá Meicy
Colgué y traté de memorizar nuevamente el teléfono de Amy, pues de tantas veces que lo cambiaba, ya ni me acordaba. Pero nada. Asi que tomé el directorio de teléfonos...hasta que encontré el de Amy, agarré de nuevo el teléfono,sosteniendo el directorio mientras marcaba.
-¿Bueno?.-contestó.
-¡Hola Amy! ¿cómo estás?
-Ahh, Meicy, Muy bien ¿ý tú?
-Súper. Oye crees que puedas acompañarnos a mi y a Jessy al parque, para ya sabes..platicar.
-Genial, ayá te veo.
-Ok..-le dije colgando y colocando el teléfono en su lugar.
Fuí hasta donde estaba mi padre, para pedirle permiso.Baa.
-Hola papá.
-¿Qué pasa Meicy?.-dijo no prestándome tanta atención.
-¿Puedo salir con Jessy y Amy al parque?-me sentí como niña chiquita al formular la pregunta, pero eso no era lo que me importaba ahora.
-Síii, pero con cuidado.-Dijo mientras leía su sagrado periódico.
-Claro.-sonreí.
Feliz del permiso concedido, tomé la chamarra roja que prendía del perchero, y sin esperar otro segundo más...me fuí.
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Hasta aquí el capítulo 1, sí, está un poco largo..me pasé :P pero espero les haya gustado...y...¡¡Comenten!!!
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